Bandidos del Arte, claro que sí.

By Rodrigo Salinas | December 14, 2022

Culture
Bandidos del Arte, claro que sí.

Una marca increíble de luminarias sólo podía tener gente increíble detrás. Te contamos todo aquí en nuestra entrevista con Alejandro Campos, co-fundador de Bandido Studio.

“Yo vivo acá en Cholula… aquí tienen su casa…” 

Ah qué sabrosa manera de empezar la plática, ¿no? Ni hemos hecho la primer pregunta y ya tenemos donde llegar a dormir. Así las cosas con -de Oaxaca, para Puebla, para el mundo- Alejandro Campos, uno de los fundadores de Bandido.

“Bandido” es un nombre que evoca respeto, un forajido movidas oscuras, de caminos y de ser un ente siempre en busca de aventura pero… ¿arte?

La resignificación que “Bandido” ha dado a la palabra es una afrenta grande, pues no sólo redime el nombre sino que lo redirecciona hasta ser algo que encanta ver, algo que quieres cerca. 

Empezamos bien -más allá de por el nuevo hogar- con el mensaje de que estamos entrevistando a un diseñador de interiores AUTOMOTRIZ. Su servidor, que no sabe nada, para no variar, no sabía que existía esto. Es de esas cosas que hasta que te cuentan que existen dices “ah, claro… obvio debía existir…”. Y así seguimos, pasando por la historia de un estudiante que terminó siendo un diseñador industrial tremendo.

“Se me presentó la oportunidad de hacer unas prácticas en una empresa que desarrollaban trenes.. Pareciera que un tren no tiene gran ciencia pero detrás de todo eso hay mucha ingeniería… Me dieron la oportunidad y estuve con ellos 6-7 meses… Era algo totalmente nuevo, incluso en el idioma (el alemán) y todo era una locura para mí…”

Aquí llega el primer clue de porqué Alejandro es quien es y porqué relacionarse con “Bandido”, por lo menos el nombre, le queda tremendo. La vida de luminarias -literalmente- no es una vida que llega de la nada. Es más bien azaroso y más bien suerte de que en el momento adecuado se te prenda el foco *budum tss*. 

El paso por Alemania hizo que Alejandro desarrollara una nueva meta, la intención de una para más en tierra teutona para terminar de aprender lo que descubrió en su primera instancia, cosa que llegaría luego de una serie de coincidencias bien específicas, que nos hace pensar que igual y ya todo está medio dado desde antes.

“Por ahí del 2014, a finales de la universidad, desarrollamos un proyecto mi socio y yo de unas luminarias… Decorativas… Un proyecto escolar super chafa… Se presentó de una forma muy informal en un póster con renders y modelados 3D… Y surgió la oportunidad de exhibir las piezas en un evento en Monterrey (*se pone a bailar*) organizado por Jorge Diego Etienne… Mandamos nuestro proyecto y quedó seleccionado… A raíz de esto recibimos muchos comentarios de por qué no lo hacíamos algo comercial…”

Benditos metiches, en el mejor sentido de la palabra. Máximo respeto a los metiches, seamos honestos, de no haber sido la gente que llega con “ay qué padre está, yo quiero uno…”, tal vez este proyecto nunca hubiera visto la luz. Y seguimos con la resignificación. Pasaron de ser “metiches” a “visionarios” en dos renglones. Qué bonitas son las palabras.

Este primer paso los llevó a regresar a Puebla, buscando un camino y un trabajo, buscando ganarse la vida. Bandidos, realmente. Aquí es bien interesante porque muchos de nosotros (igual y sólo yo) imaginamos que para hacer lámparas se requiere una cadena de producción increíble, llena de máquinas a las que les sale vapor por todos lados, tienen unos brazos robóticos que no se detienen y que al final tienen que parar todo porque Woody ya cayó en la banda transportadora (quizá eso último no).

La cosa es que Alejandro nos demuestra que no y cómo, por más que sea crear electrónicos, siempre hay cabida para la parte artesanal en un proceso de producción. 

“Así comenzó… Con el paso del tiempo, entre recomendaciones y amigos, gente con la que al día de hoy estamos muy agradecidos empezaron con ‘Oye véndeme una…’ Una, dos tres… De repente era un pedido de 10 y ya no podíamos… Muy diferente a la universidad, al final del día es muy diferente..” 

¿No les pasa que a la gente chida quieren que le vaya chido? La neta es que a nosotros sí, entonces escuchar esta historia de consolidación de un sueño a través de las buenas relaciones nos da mucha emoción. Emoción que le da a Alejandro al decir que, cuando menos se dio cuenta, ya era parte de un equipo de 20 personas que vivían de “hacer lamparitas”. 

Siempre es padre ver a alguien que está rompiendo el molde porque, como bien nos dice este bandido, México ha prosperado a través de un proceso de producción artesanal, más que industrial, principalmente en los temas que conllevan diseño industrial. Aún así, ellos han sabido “semi-industrializar” un trabajo que requiere horas y horas en la producción pero también en la conceptualización.

Pero, ¿qué onda con las luces?

“El tema del diseño en general en México ha evolucionado mucho en los últimos 10 años… Cada vez apreciamos más las cosas bien hechas… A raíz de la pandemia (seguimos consiguiendo data para revelar los highlights de un momento tan funesto como la pandemia) ayudó mucho a darnos cuenta de que necesitábamos crear ambientes en nuestros espacios donde nos sintiéramos cómodos… Una planta, una lámpara… No te van a solucionar la vida pero sí te van a hacer sentir más unido a tu hogar…” 

Está muy cañón lo que la pasión de alguien puede imprimir en la psique de quien lo escucha. La única lámpara a la que aquí se le tuvo cariño fue a la de Pixar. Bastaron 30 minutos (hasta aquí) de plática con Alejandro para voltear a ver todo nuestro alrededor y ver qué tanto cariño hay con la luz que nos rodea. Efecto de nada más que de la pasión. 

Igual lo bueno de hablar con gente que sabe es llegar a conclusiones a las que uno no podría llegar solo en la vida. Escuchar cosas de tendencia, por ejemplo, solo lo podríamos saber estando ahí, en la movida. Personalmente, sabíamos que el diseño italiano era top pero no sabíamos que es y ha sido durante mucho tiempo la voz cantante del diseño a nivel internacional, así como el diseño escandinavo. 

“Competimos en una cuestión muy diferente… ahí sí existen esas grandes empresas que pueden fabricar un mueble a nivel masivo, nivel industrial… No que no haya ocurrido pero sí es difícil… Aún así creo que vamos para allá y creo que vamos bien… ”

Aquí no queda otra más que pensar en que vivimos en un mundo que ha sido muy impactado de manera negativa por diferentes fanatismos, hasta el fanatismo por el deporte ha causado mucho daño. Sin embargo, y cerrando el círculo por fin, volvemos al resignificado. Un bandido puede ser un artista, un metiche puede ser un visionario y el fanatismo puede cambiar por pasión, que si bien sea contenida y mesurada, nos lleve a explorar lugares que nunca creímos ser capaces de visitar. 

Aquí tenemos un poquito de lo que es una de las mentes detrás de Bandido Studio. El resto te tocará descubrirlo a ti, ahí donde la luz se encienda, ahí donde la pasión brille. Por acá les dejamos lo que más nos encantó de sus luminarias:

AURA

✌🏼

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